Nuestros retos eran: representar una línea de chocolates gourmet creada por un experto repostero, incorporar a un koala (animal favorito del chef) y encontrar un nombre que reflejara la personalidad del negocio.

Mr. Koko, sencillo y de fácil recordación, fue el nombre dado tanto al personaje como a la marca. El símbolo, un simpático koala que usa una corbata de moño y un monóculo como detalles de elegancia y distinción, características esenciales de la marca.

Para los empaques diseñamos estampados audaces, desalineados y coloridos, basándonos en figuras orgánicas alusivas al hábitat del koala. Para ello nos inspiramos en el grupo Memphis, un colectivo italiano de arquitectura y diseño industrial con mucha influencia en los años 80; en sus creaciones utilizaban una geometría asimétrica, la desaparición de fronteras, estampados anárquicos y colores llamativos.